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La resiliencia es la resistencia que una persona tiene frente a las adversidades y su capacidad para reconstruirse, y así salir fortalecido del conflicto.
La plasticidad neuronal es la adaptabilidad del cerebro a los cambios, lo que nos permite tener fe en el futuro y superar situaciones que creemos imposibles.
Es muy importante tener siempre una actitud vital y positiva a pesar de las circunstancias difíciles que nos ponga la vida.
Hay que aprender de las derrotas y transformarlas en oportunidades de desarrollo personal, una de las frases que todo el mundo deberíamos aprendernos debería de ser: “la mayor gloria no es no caer, es levantarse siempre”
Consejos para evitar el estrés y vivir plenamente:
– Reflexiona sobre lo que realmente te importa y reorienta tus objetivos vitales.
– Desconecta cuando llegues a casa y conecta con tus familiares y amigos.
– Realiza actividades no laborales los fines de semana, te ayudara a regular el estrés y mantener las amistades.
– Deja las quejas a un lado, no sirven para nada.
– Actúa ante los conflictos, en lugar de estar preocupado. Piensa, decide y actúa.
– Aprende a sonreír y a manejar los conflictos con actitudes positivas y asertivas.
– Créate un espacio donde pensar y estar relajado, sin prisas y sin estrés.
– Evita toda clase de discusiones.
– Mantente en forma, con una alimentación sana, haciendo deporte y durmiendo las horas adecuadas.
– Cultiva y disfruta de tus aficiones.
– Todo puede mejorar, quizás no puedas cambiar tu situación actual pero si tu actitud.
– Tienes que creer que no hay nada imposible y mejorar día a día.
– Sé competitivo contigo mismo, busca cada día una nueva meta.
– Sal de tu zona de confort.
Educar el esfuerzo desde la infancia.
La fuerza de voluntad y el esfuerzo es un entrenamiento diario, igual que la paciencia y la perseverancia.
Enseñarles a los niños que con esfuerzo se consigue lo que uno quiere.
Ayudarles a ser autoconscientes y tener fuerza de voluntad, motivarlos y estimularlos.
La disciplina y organización de su tiempo es importante, hay que hacerles entender que las cosas que se empiezan se deben terminar.
Los padres deben de ser capaces de sacrificarse y de realizar esfuerzos sin quejarse, hay que enseñarles a afrontar el fracaso, a no tenerle miedo a nada, y a afrontar las situaciones con serenidad.
