Es responsable de la Unidad de Radiofísica de La Fe.
Laura Garces. Las Provincias
Desde Asesoría Salvador Sanchis expresar el orgullo que sentimos todos los que trabajamos en estas oficinas de este enorme navarresino.
Un nuevo reconocimiento se ha sumado a los muchos que acompañan la trayectoria profesional del doctor José Pérez Calatayud, responsable de la Unidad de Radiofísica del Servicio de Oncología Radioterápica de La Fe. El especialista acaba de ser nombrado nombrado Académico de la Real Academia de Medicina de la Comunitat Valenciana.
Estar al frente de la Unidad de Radiofísica del Servicio de Oncología significa que el doctor Pérez Calatayud es el encargado de supervisar todos los tratamientos en los que intervienen radiaciones. Además, entre sus cometidos se encuentra mantener el perfecto estado toda la maquinaria necesaria para administrar estas terapias que en su mayor parte tienen como destinatarios a enfermos de cáncer, aunque también se utilizan para llevar a cabo algunas pruebas diagnósticos. La precisión es de trascendencia absoluta.
El doctor Pérez Calatayud, que lleva 17 años en el Hospital La Fe, ha realizado importantes aportaciones al ámbito de la medicina nuclear que le han permitido, entre otros reconocimientos, su inclusión en la lista de los 50 físicos más relevantes del mundo de los últimos 50 años por parte de la Organización Internacional de Sociedades de Física Médica.
Además, lleva su firma el desarrollo de un código de cálculo de dosis de braquiterapia, aplicación de radioterapia desde dentro, en la misma zona del cuerpo afectada por el cáncer de piel. Lideró este estudio en colaboración con la Universitat de València. El resultado fue «un método para calcular las dosis». El criterio que Pérez Calatayud extrajo de la investigación hoy se aplica en todo el mundo. Es un patrón en radioterapia. En más de cien hospitales de diversos países se utiliza el «Aplicador Valencia». El aparato, bautizado con el nombre de la ciudad que lo vio nacer, también es obra de Pérez Calatayud en colaboración con la Universitat y sirve para administrar radioterapia en el tratamiento de cánceres de piel. Con este aparato se consigue eliminar por completo la huella tras el tratamiento.
Estos aplicadores se utilizan en el tratamiento de carcinomas cutáneos, fundamentalmente de tipo basocelular. Su ventaja fundamental frente a aplicadores anteriores es que ofrece un tratamiento más localizado que evita irradiar zonas sanas. Además, es sustitutivo de la cirugía en aquellos casos que el dermatólogo considere oportuno.