En enero de 2022 se amplían los plazos de las garantías de los productos que compramos:
Los nuevos, pasan de dos a tres años.
Si el producto es digital, se mantendrá en dos años.
Los de segunda mano, pasan de 6 meses a un año.
Cuando un artículo se rompa dentro del periodo de garantía, será el comprador el que puede elegir repararlo o sustituirlo por otro nuevo.
Hasta ahora, era el fabricante el que tomaba esta decisión.
Además, se exige a los fabricantes que las piezas necesarias para reparaciones deberán estar disponibles diez años más, antes de que el producto pueda ser declarado como descatalogado o fin de existencias.
De esta manera se consigue ampliar el tiempo de vida útil del producto, ya que deberá poder repararse, aunque sea antiguo.