La pensión de jubilación es compatible con la titularidad de un negocio y con las funciones inherentes a dicha titularidad.
El titular del negocio puede realizar cualquier función necesaria para la consecución de sus fines.
La titularidad de un negocio o empresa no exige del empresario desarrollar una actividad empresarial directa y personalmente, ya que la puede delegar en terceros.
Todo lo que suponga gestión, administración, dirección, trabajos ordinarios… en su empresa es incompatible con la pensión de jubilación.